martes, 10 de febrero de 2015

El Nuevo Docente Del Siglo XXI







Articulo #1
El Nuevo Docente Del Siglo XXI.


Escrito por Ing. Adán Edison Ureña Almonte.

Cuando hablamos del docente o educar, de inmediatamente lo primero que nos llega a la mente, es un profesor que ofrece e imparte clases en la escuela, a la cual los padres les envían sus niños para aprender y educarse.

Este pensamiento es correcto; pero más que todo si analizamos profundamente, el concepto del educador o docente es más que solo un profesor; el educador es en todo un contexto general  lo que es un formador, un editor, un coautor, un diseñador, un arquitecto, en fin un artista. Lo que significa que el educador es el formador de un mundo nuevo, un universo nuevo en los conocimientos y saberes.

Si bien es cierto que los maestros de generaciones anteriores al siglo XXI tenían su forma de educar y cabe resaltar que fue muy productiva, con resultados excelentes  acorde a ese contexto de tiempo; también es cierto que los tiempos han cambiado sustancialmente, lo que implica nuevas mejoras, técnicas y prácticas docentes e incluso la intervención de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) y su implementación y utilización, lo que implica una nuevas metodologías, nuevas estrategias, nuevas planificaciones y nuevos recursos a utilizar acorde al aprovechamiento del conocimiento y la adquisición del mismo por parte del alumnado, como también por parte del educador. Pues así como el estudiante aprende del maestro, el maestro también aprende  del estudiante en todo momento; la educación es recíproca.

El nuevo docente debe incorporarse  e integrarse a los nuevos tiempos, a las nuevas demandas y exigencias  de técnicas y estrategias de aprendizaje que nos exigen la nueva generación digital de alumnos, por tanto es obligatorio que el docente no se resista en ningún momento ni bajo ninguna circunstancia al cambio; pues si se resiste,  su clase no sería aprovechada y seria aburrida para los estudiantes y no se transformara esa escuela, por ende no sería productivo ese maestro para las demandas de la enseñanza. Y es que el cambio debe iniciar primero en nosotros, en nuestra mentalidad, tiene que haber en nosotros ese sentimiento, ese deseo de implementación de lo nuevo con el único objetivo de lograr que mis alumnos puedan educarse y aprovechar esa educación.

Pero para todo esto,  yo como docente debo conocer  la diversidad contextual de la población estudiantil con la cual trabajo, conocer su cultura, su ideología, su religiosidad, su contexto  político y social; para poder entender así ese estudiante y poder trabajar su aprendizaje respetando su contexto y adaptando e incorporando estrategias y técnicas de estudios para esa clase de alumnado.

En definitiva el docente del siglo XXI, debe ser más que un educador  completo en todos los aspectos de la vida y del conocimiento, debe ser dinámico, activo, innovador, abierto al cambio en todo momento, actualizado e implementando nuevos cambios y mejoras, siempre con el objetivo de que sus alumnos puedan aprovechar al máximo la educación. Es que el educador o docente debe expresar en todo lugar; pero más que todo en su aula de clases, su autoimagen ( imagen física, personal  y social, imagen presente y futura de su persona, proyección futura , visualización de desarrollo personal , colectivo y social), autoestima( Muestra de seguridad, entrega, pasión absoluta por el logro de las metas y objetivos personales tanto a largo como a corto plazo, Visualización optimista siempre venciendo los obstáculos y las barreras que se les presenten en la vida), valores( Respeto, sinceridad, honestidad, responsabilidad, servicio  y personalidad( Comprensión, servicio, entrega, pasión , dedicación, empatía, simpatía, ayuda, de modo que el estudiante pueda percibir más que una clase o materia en especifica; un conjunto y conglomerado de actitudes, aptitudes y valores propios y que el estudiante aprenderá de su maestro y asumirá y que en gran parte le servirán enormemente para toda su vida en su formación y que marcara su vida actual y futura.

Un buen docente debe siempre ser un psicoanalista en todos los aspectos de la vida; pero sobre todo con sus alumnos; pues ellos así como todo ser humano tiene sueños anhelos y deseos de desarrollo; pero también tienen problemas y dificultades y he ahí en donde  el educador debe ser más que un guía, un analista de soluciones y ayudas para sus alumnos. Pues en definitiva el educador es un formador de personas y formador de formadores; es un artista que rediseña, que realiza una obra de arte en nosotros, en nuestras vidas,  en todos los seres humanos y produce, construye y contribuye con un mejor mundo, una mejor persona, una mejor nación, una mejor sociedad.



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